~Los hechos no son en sí mismos traumáticos, aquello que los transforma en traumáticos es el impedimento para procesarlos~
La ansiedad generalizada refiere a un estado de ánimo, en donde la persona que la padece siente un alto grado de malestar y displacer internos. Porque se encuentra nervioso, inquieto, temeroso, preocupado, en estado de alerta. Siempre pensando en lo que vendrá, en el futuro, que se torna incierto, cabalgando por rumbos incontrolables en su mente, con la sensación -siempre presente- de que la realidad lo supera.
Se le pueden sumar otros síntomas psíquicos como la irritabilidad, problemas para conciliar el sueño, pérdida de la memoria, preocupaciones excesivas; y sintomatologia orgánica: taquicardia, problemas digestivos, contracturas musculares, etc.
La investigación clínica psicoanalítica comprueba que, aunque la persona no lo perciba conscientemente, su psiquis está atravesada por un mecanismo defensivo contra algo aún mayor que lo que siente, que es la angustia traumática.
¿Qué es la angustia traumática? Es aquella que reproduce el estado de desvalecimiento e indefensión de la criatura humana al nacer, que depende -en su totalidad- de las funciones parentales para poder sobrevivir.
La psicoterapia propone escuchar, a través de las palabras, el relato de la persona y sus síntomas. Y de este modo, vínculo terapéutico mediante, ayudarlo a encontrar las representaciones ausentes para la conciencia, pero que, a través de su discurso, nombran el malestar subjetivo.
Estas representaciones nos van a encaminar hacia el conflicto psíquico que está atravesando esa persona en particular, para poder distinguirlo, abordarlo y tramitarlo.
De esta manera, se tendrá la oportunidad de encontrar vías para aclarar y elaborar las problemáticas que provocan tanto sufrimiento, que se vive como un estado de ansiedad generalizada.
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