La primera causa externa de la ansiedad, puede hallarse en la mismísima experiencia del nacimiento, la cual marca la primera relación del bebé con el mundo exterior -bastante traumática, por cierto-.
Es así como el mundo exterior en sí mismo -y todo lo incluído en él- podría llegar a transformarse en una causa de ansiedad.
De acá es que nace la tendencia a sobreanalizar las situaciones y querer tener el control sobre todo lo que sucede a nuestro alrededor. Es una especie de mecanismo de defensa ante el mundo exterior que se siente como una amenaza. Pareciera ser una respuesta instintiva frente a un depredador, que en este caso es el mundo exterior.
Pero el instinto no existe en los seres humanos. Y darle tantas vueltas a las cosas en tu cabeza está contraindicado. Porque cuando uno pasa más tiempo adentro que afuera de su cabeza, es hora de salir... Y ¿Dónde vamos a salir si no es al mundo exterior?
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